Las locas de la guerra combaten para mantener viva la memoria de Malvinas
2 de abril, día de recuerdos y reflexión.
A 43 años de Malvinas las enfermeras que trabajaron durante el conflicto siguen levantando la voz para mantener activa la memoria.
Susana Lilian Gomez trabajó como enfermera en el Hospital Naval de Puerto Belgrano durante la guerra en las Islas.
Hoy es presidenta de la Asociación Civil Enfermeras Hospital Naval Puerto Belgrano 1982 por Malvinas y contó su historia en una entrevista con ¡Ey!
"Nos postulamos para ir a Malvinas, pero no estaba la mentalidad preparada para aceptar a una mujer en un buque".
Ni ella, ni sus compañeras fueron aceptadas por ser mujeres…
Sin embargo, trabajaron horas y horas para curar a los heridos: “No sentí nada más que la gran necesidad de ayudar ahí al pie del cañón, sin importar el tiempo”.
El Hospital Naval de Puerto Belgrano, que está a 30 kilómetros del centro de Bahía Blanca, recibió a más de 800 heridos y fue el centro médico más importante de evacuación en ese momento.
“De ser un hospital militar, pasó a ser un hospital de guerra donde nadie te prepara para eso, ni siquiera mis compañeros que eran militares. Vivimos una guerra, era como estar en Malvinas”.
Para Lilian, después de ver tanto dolor y sufrimiento, hay algo que es muy importante: la salud mental.
“Nosotras teníamos que consolar a los soldados que llegaban muy traumados, no teníamos ni tiempo para transitar nuestras emociones. Aunque teníamos un lugar, un cuartito abajo donde íbamos a dormir cuando se podía y a llorar, otra veces”.
No solo hubo caídos durante la guerra sino después: una vez que volvieron muchos héroes no resistieron y no tuvieron la atención psicológica necesaria.
“Muchos se suicidaron en tierra por no ser comprendidos”.
Después de todo lo que vivieron, todavía en Dictadura, ella y sus compañeras fueron silenciadas: “Se nos dio la comunicación de que ahí no había pasado nada. No se nos permitió ni hablar, ni abrir la boca”.
Durante 35 años fueron invisibles. Callaron sus voces.
“Pasamos a ser las locas de la guerra”, nos dijo y describió lo que vivieron como una “desmalvinización” donde fueron totalmente invisibilizadas.
Hoy la Asociación está integrada por 144 mujeres enfermeras navales y comparten su historia a través de charlas en escuelas, jardines, cárceles, bibliotecas y actos.
En épocas de crisis, como la pandemia y los temporales de Bahía Blanca también ayudaron a la comunidad.
“Es importante mantener la memoria activa, el valor de los veteranos, el honor y el respeto a todos nuestros soldados caídos”, concluyó Lilian.
En la actualidad hay muchas enfermeras y veteranos que no tuvieron un sustento económico ni psicológico después de la guerra y siguen luchando para tener su reconocimiento moral y que su historia se mantenga en la memoria.
“Cada 2 de abril es volver a limpiar una herida que se había cerrado. Es mantener una tristeza que no se puede evitar”.