Alegría por la inclusión: es sorda y se recibió en la UNS con 24 años
Te contamos la historia de Alegría Medina.
“Es importante para otras personas con discapacidad conocer que se puede concretar el proyecto de ir a la universidad y convertirte en profesional”.
Así lo resumió a ¡EY! Alegría Medina, que hace 24 años nació sorda y pudo recibirse como profesional en la UNS.
Si bien es de Rawson (Chubut), se vino a los 3 años a Bahía Blanca y en la secundaria una profesora de física la motivó a seguir una carrera de nivel superior: y eligió Óptica.
Alegría contó que desde el primer día la Universidad Nacional del Sur puso a disposición a Daiana Visconti, una intérprete de señas.
“Yo solo me comunico en Lengua de señas y mis profesores me entendían a través de mi intérprete”.
Sus profesores y compañeros también aprendieron palabras en Lengua de señas por ella.
“Todos fueron muy amables conmigo, me sentí realmente incluida en todas las clases y con los grupos de estudio”, expresó.
La importancia de la inclusión
Alegría dijo que tuvo un importante acompañamiento de la UNS tanto por parte de los directivos como del profesorado:
“Siempre me preguntaban qué necesitaba y se ponían a disposición, eso hizo todo más simple y me dio igualdad de condiciones con mis compañeros”.
Para ella la Universidad es un lugar inclusivo: “La UNS se ocupa mucho de los estudiantes con discapacidad”.
Pero la historia de Alegría es la excepción, no la norma: la inclusión no es igual en todas las instituciones, ni en todos los lugares.
“Hay lugares donde no hay acceso a intérpretes, ni a otras necesidades que requerimos los estudiantes universitarios o de nivel superior”.
Cuando Alegria se animó a estudiar, inspiró a otras personas con discapacidad a anotarse en carreras universitarias.
Hoy trabaja en una óptica y es ayudante de cátedra en Física en la UNS. Pero ya piensa en lo que viene: quiere estudiar Optometría y seguir creciendo profesionalmente.